lunes, 27 de febrero de 2023

¿Qué puedo hacer yo como empleada pública para impulsar la Igualdad de Trato y No Discriminación?


Antes de centrarme en qué podría hacer como empleada pública quiero hacer un inciso, y es que, para luchar contra las desigualdades, para luchar contra las injusticias, lo primero que tenemos que hacer todos, a nivel personal, es no tolerar, no se partícipes del silencio, no permitir, luchar… no debemos consentir situaciones de discriminatorias. El día en que nadie calle y nadie tolere, esas situaciones dejarán de producirse.

No es posible que alguien vea a una persona maltratar a otra, a un jefe explotar a un empleado, a un señor hacer comentarios machistas o lascivos sobre una mujer, burlas a personas por motivos de preferencia sexual, edad, discapacidad, raza… y se tolere, no debemos callar, no debemos tolerarlo… y ese debería ser el grano de arena de tod@s a nivel personal.

Como empleado público sí que hay un tema que me preocupa bastante y es que a medida que nuestra vida se ha ido facilitando gracias a las tecnologías, a otras personas se les ha ido complicando, bien por falta de recursos tecnológicos bien por ausencia de conocimientos digitales.

En mi mano está el tratar de explicar dentro de lo posible a quienes desconozcan todos los pasos a seguir para poder realizar trámites online, facilitar la recogida de documentación físicamente a quienes no sepan o no puedan enviarlo telemáticamente, en definitiva, tratar de mitigar en la medida que esté en mi mano todo lo que la brecha digital ha creado.



Además, creo que la Administración debería ofrecer a todos los usuarios que se hallen en esa situación puntos de ayuda con recursos tecnológicos y personales donde puedan realizar esos trámites con asistencia.

Con estos tres pasos, a nivel personal, profesional y a nivel de la Administración, creo que todos podríamos ayudar a reducir grandes desigualdades para hacer del mundo un lugar más justo.

miércoles, 15 de febrero de 2023

El inicio del fin de una discriminación histórica


Históricamente la ley española ha sido discriminatoria contra las trabajadoras del hogar a pesar de que la misma CE, en su artículo 41, garantiza “la asistencia y prestaciones sociales […] en caso de desempleo” para “todos los ciudadanos”. Esto mismo se puede comprobar en la Ley General de laSeguridad Social, (en adelante TRLGSS) donde ya se excluye a este sector de las prestaciones de desempleo. Un caso evidente de discriminación indirecta.

La cuestión planteada era por qué a este colectivo totalmente feminizado se le deniega una prestación y la protección que genera. Si no hay una justificación razonable, entendemos que se está discriminando a un colectivo de mujeres especialmente vulnerables.

Las empleadas del hogar en España existen y, sin embargo, hasta1985 no fueron consideradas por primera vez “trabajadoras”, hasta 2011 podían recibir su sueldo en especie, y hasta el día de hoy no han tenido derecho a paro cuando eran despedidas de su puesto, como tampoco a otros subsidios. Ser parte de un sector precarizado compuesto fundamentalmente por mujeres, en muchas ocasiones migrantes, y en muchos casos sin documentación en regla, ha penalizado a las trabajadoras, invisibilizándolas y discriminándolas, tal y como denunció el pasado 24 de febrero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en un dictamen que marcaría un antes y un después. 

Las organizaciones estiman que actualmente hay en España unas 600.000 personas empleadas del hogar, de las cuales casi un 95% son mujeres y más de un 70% son de origen extranjero

El TJUE describe como “desamparo social” la situación que genera el régimen especial para trabajadoras del hogar. Y es que no sólo se las priva del derecho a paro, sino de todas las prestaciones que dependen de ello, como las del Fondo de Garantía Salarial o el subsidio para mayores de 52 años. Además, en el caso de las empleadas de hogar se permite el despido sin causa, y estas cotizan por tramos salariales en lugar de por salario real. 

El día 8 de septiembre de 2022 se publicó en el B.O.E. el Real Decreto-Ley16/2022, de 6 de septiembre, para la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar.

Dicho Real Decreto-ley en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado», es decir, el 9 de septiembre de 2022, y resulta de aplicación, a partir de dicha fecha, a los contratos que en la misma se encontraran vigentes, tal y como se establece en su disposición transitoria primera.

Esta modificación normativa supone la equiparación, a efectos de protección por desempleo, de las personas trabajadoras al servicio del hogar familiar con el resto de personas trabajadoras por cuenta ajena incluidas en el régimen general de la Seguridad Social. Para ello:

• Se suprime la letra d) del artículo 251 TRLGSS por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de Seguridad Social, lo que implica que la protección por desempleo pasa a formar parte de la acción protectora del Sistema Especial para Empleados de Hogar.

• Se establece la obligatoriedad de cotizar, a partir del 1 de octubre de 2022, por la contingencia de desempleo y al Fondo de Garantía Salarial respecto a las personas trabajadoras incluidas en dicho Sistema.

• Se modifica el artículo 267 TRLGSS a fin de incluir, entre las situaciones legales de desempleo, la extinción de la relación laboral por causa justificada contemplada en el nuevo artículo 11.2 del Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar.

Por otra parte, y en relación con las personas trabajadoras al servicio del hogar que presten sus servicios durante menos de 60 horas mensuales, a partir del día 1 de enero de 2023, se elimina la posibilidad de que soliciten directamente su afiliación, altas, bajas y variaciones de datos cuando así lo hubieran acordado con los empleadores, y se dispone que a partir de dicha fecha serán éstos últimos quienes asumirán las obligaciones en materia de cotización, aunque ambas partes hubieran acordado lo contrario con anterioridad a la entrada en vigor de este Real Decreto-Ley.

Además, se actualiza el contenido de la disposición transitoria decimosexta del TRLGSS, relativa a las bases, los tipos de cotización y la acción protectora en el Sistema Especial de Empleados del Hogar, incluyendo la escala de retribuciones y bases aplicables durante el año 2023 para la cotización a la Seguridad Social en el Sistema Especial de Empleados del Hogar.

Como puntos fuertes cabría destacar que, no solo se reconoce el derecho a cotizar, sino que, también se les reconoce el derecho a distintas prestaciones sin haber cotizado a las mismas. Con esta práctica las trabajadoras del hogar tendrán a su alcance los mismos derechos que cualquier trabajador o trabajadora tiene en nuestro país.

Como puntos a mejorar destacaríamos el hecho de que no se ha incluido la regulación de las trabajadoras internas, donde normalmente sus condiciones de trabajo no suelen coincidir con lo estipulado en el contrato y la no retroactividad de la norma, haciendo que una empleada del hogar, aunque lleve años trabajando, si es despedida, solo haya cotizado desde el 1 octubre de 2022.

Por otro lado, esta ley también podría haber eximido a las empleadas del hogar del requisito de haber cotizado 6 años a desempleo para acceder al subsidio de mayores de 52 años ya que, si no han cotizado previamente, es porque no se les ha permitido.

Pero bueno, quedémonos de momento con que se acaba con una discriminación histórica por el hecho de ser mujeres, y también en este caso migrantes.

 


Para más información pueden acudir a la página web del SEPE.


 

lunes, 6 de febrero de 2023

VIVENCIAS DISCRIMINATORIAS

 Podría contar una de tantas ya que en mi grupo de amigos hay tanto mujeres lesbianas como hombres gay. Son numerosas las situaciones homofóbicas que hemos vivido desgraciadamente.

Puedo recordar alguna en las fiestas del pueblo, en el que varios chicos se veían con el derecho de estar intimidando con la mirada a mis dos amigas, pareja, que únicamente se dedicaban a bailar, porque está claro, eso de besarse como que no, porque en tal caso ya provocarían lo que en otras ocasiones ha ocurrido que es que entiendan que tienen el privilegio de participar en la situación, acercarse y sentirse invitados. Podría ser un ejemplo de acoso discriminatorio, ya que atentan contra su dignidad, humillante, generan un entorno hostil e intimidatorio por su orientación sexual.

También tenemos otras experiencias, en las que al viajar en pareja, a las parejas heterosexuales, directamente nos han puesto en la habitación cama de matrimonio, pero a ellas, simplemente por ser dos mujeres, han interpretado que se sentirían más cómodas en dos camas individuales. Estamos hablando de una discriminación indirecta, siento y pienso que los hoteles no actúan de esa manera a propósito, y que no lo saben, pero deja en evidencia el tipo de relación estándar y la discriminación de aquellas que no cumplen con el típico hombre-mujer.

Respecto al primer caso, lo veo un problema bastante difícil de erradicar, mucha más información y concienciación en las escuelas. Intentar por todos los medios que los que ahora son niños lo vean con naturalidad, vivan esa diversidad, se acostumbren a ella y no interpreten ninguna diferencia. Las políticas deberían encaminarse en dos sectores bastantes claros a mi juicio, por un lado, la EDUCACION, para la juventud de hoy, que será la sociedad de mañana, y por otro lado, ENDURECER PENAS, para aquellos que no están dispuestos a perder esa posición privilegiada en la que desde su cúspide "de normalidad" se ven con el derecho de abusar, menospreciar, humillar y degradar a todos los que no son como ellos.

Todas estas situaciones son vivencias del día a día, que cualquier persona LGTBI sufre y asume con naturalidad, porque terminan acostumbrándose, y realmente, no son ellos los que deben sentirse diferentes, son el resto los que deben asumir su ignorancia y sentirse avergonzados.

NUEVO COMIENZO: LA IGUALDAD DE TRATO Y LA NO DISCRIMINACIÓN

 Actualmente me encuentro trabajando de cara al público en una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal. Día a día he tratado, durante toda mi vida, que la igualdad en el trato y el trato no discriminatorio sustenten cada una de todas mis actuaciones, es un verdadero problema que está siendo difícil de erradicar en la sociedad, pero mucho más difícil es hacer ver a quien lo propugna que esta equivocado.

En este curso me gustaría aprender y adoptar habilidades para poder ayudar a quienes no ven el error en sus actos cuando llevan a cabo ese tipo de actuaciones.  

Todos tenemos miedo a ser rechazados, a no formar parte de la sociedad, a estar al margen, a quedar aislados, a que los demás nos excluyan o rechacen… probablemente importante causa de suicidio en la actualidad, es por eso que entre todos debemos conseguir erradicar las desigualdades y discriminaciones de cualquier tipo.

 


 

Me encantaría poder trabajar en un entorno multicultural y de gran diversidad étnica, qué pena que nos estemos perdiendo algo tan enriquecedor.